Existen diversos experimentos que permiten demostrar la formación de un tornado de manera segura y educativa. A continuación, se presentan dos opciones sencillas que puedes realizar en casa:
1. Tornado en una botella:
Este experimento recrea la formación de un tornado utilizando dos botellas de plástico, agua y colorante. El principio físico que lo sustenta es la diferencia de presión entre las dos botellas, lo que genera un flujo de aire ascendente que simula el movimiento de un tornado.
Materiales:
- Dos botellas de plástico transparentes de 2 litros
- Agua
- Colorante alimentario
- Tapa de rosca doble
Procedimiento:
- Llena una de las botellas hasta el borde con agua y agrega unas gotas de colorante para que el tornado sea visible.
- Cierra la botella con la tapa de rosca doble.
- Invierte la botella llena de agua y colócala sobre la otra botella vacía, asegurándote de que las dos bases estén bien unidas.
- Observa cómo se forma un vórtice de agua coloreada dentro de la botella, simulando un tornado en miniatura.
Explicación:
La botella llena de agua está arriba y la que solo contiene aire abajo. El agua casi no cae debido al efecto de la presión atmosférica. Para que salga el agua, el aire de la botella de agua debe entrar, lo que hace formando burbujas en el agua. Al agitar el agua circularmente, se deja un hueco en ella para que el aire de la botella inferior pueda subir. Se forma el vórtice del remolino, el agua comienza a girar rápidamente a su alrededor debido a la fuerza centrípeta y se pega a las paredes de la botella.
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